ESCAPADA A LA BIODIVERSIDAD DE ANDALUCÍA(VI):UN RECORRIDO EN BTT POR EL PARAJE NATURAL DEL BRAZO DEL ESTE

Aún no clareaba cuando monte en la bicicleta y tuve mi primer premio la pasar por el Puente de los Vaqueros de la Isla Mayor en Sevilla. El calor, sofocante, sacaba suspiros al brazo del río más cercano al pueblo y las primeras luces de la mañana querían plagiar los cuadros de Monet. Y yo tuve la suerte de estar allí para verlo.


Por delante más de 70 kilómetros bordeando el Río Guadalquivir por un camino desconocido por mi y que me llevaría por la marisma hasta el Centro de Visitantes del Parque Nacional de José Antonio Valverde y regreso por los muros de contención del río. Después de la belleza inicial del recorrido por el Puente de los Vaqueros, un muro de tierra en muy buen estado me invita al pedaleo. A mi paso cigüeñas y garzas levantan el vuelo. La siguiente sorpresa al llegar a la altura de la nave de bombeo de aguas de la marisma. Desde una gran nave los regantes sacan agua al río para distribuirla por los arrozales de la marisma. Con el agua también sacan pequeños crustáceos y peces y allí donde estos salen, las aves se amontonan para sacar su tajada, cigüeñas, garzas, avetoros, ibis y hasta un meloncillo huyeron despavoridos con mi presencia y como siempre donde hay confusión hay aprovechados y un milano real cazó al vuelo una pequeña ave que despistada, huía del lugar. Francamente inenarrable el momento de fauna.

Cuando el cuentakilómetros marca el kilómetro 20, nos adentramos por la marisma reseca del Parque Nacional del que solo nos separa una valla. Es tierra de ganado, de aves rapaces y de escasa presencia humana. Un Águila culebrera nos saluda desde un poste y cernícalos y milanos negros la acompañan, pero el momento álgido es cuando descubro una carraca sobre un poste.

Un ave hermosa, que ví muchas veces en África posa tranquilamente para mi cámara.

Se acerca el centro de visitantes, kilómetro 28 de mi ruta y todavía queda tiempo para la sorpresa, los gamos dieron a luz en primavera y andan enseñando el entorno a los pequeños. Y de nuevo yo estaba allí para verlo.

Ya en el centro de visitantes, que ya conocía y que recomiendo para darse una idea de lo que es el parque y esta zona sur que hoy visito, lo más interesante para mi son los observatorios, colonias de garzas blancas, moritos y garza imperiales anidan en los árboles de la marisma.

Kilómetro 30 y la marisma en todo su esplendor, diversas anátidas, ibis moritos, espátulas, cangrejeras y avetoros y al fondo de la charca centenares de flamencos que este año de lluvias se han quedado a vivir aquí. Todo un espectáculo.

Una larga veta de tierra marismeña donde el arroz juega un papel fundamental nos acompaña en el regreso. Paramos en otra bomba, esta vez sin agua y vemos como diversos agricultores se afanan en entresacar el arroz al que todavía le quedan unas semanas para la recogida. Y al final, ya de regreso saludamos a un pescador que se afana en sacar algún pez del río. El cuentakilómetros me marca 74,6 . mis piernas piden masaje y mi garganta un cruzcampo fresquita que tome en la primera venta que me encontré en el camino.

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