BIKER: EL DESCENSO DEL VOLCÁN CHINYERO. TENERIFE


Antes de comenzar esta ruta en Bike, nos debemos aleccionar de que estamos en la Reserva Natural Especial Volcan Chinyero y que nuestra actividad, será un tranquilo paseo en btt para admirar y deleitarnos de la geomorfología y de los paisajes de este lugar increíble. Es decir, que no pondremos el cronómetro y le dedicaremos un ratito al paseo y al disfrute de ocio activo.


El Volcán Chinyero cumplió un siglo de su erupción el pasado 2009, debió ser una erupción  fabulosa, ya que las crónicas relatan "pánico, desalojos, lenguas de lava, fuego volcánico y alaridos...". En el enlace de arriba podéis leer todo el relato  de telegramas oficiales que se intercambiaron desde el momento que el "monstruo" comenzó a vociferar.  Nosotros comenzamos este trayecto en el kilómetro 14 de la Tf-38, justo donde se sitúa el cartel de entrada a la reserva. Desde allí sale la pista que nos llevará hasta el Área Recreativa Arenas Negras. Pasamos la valla y de seguida nos metemos en una pinar perteneciente al Parque Natural de la Corona Forestal. El camino es lapilli suelto, que aquí llaman  malpais,  y debemos circular con cuidado no solo por el terreno sino por la bajada que, a veces, es bastante pronunciada.


Llegando a una zona denominada "campo de adiestramiento de perros", se observaba claramente el desvío de la colada de lava y un poco más adelante, se nos abre una vista espectacular del Volcán Chinyero con el fondo hermoso de la cumbre del Teide y el Pico Viejo. El mar de lava es desbordante y la claridad de la mañana hace que la fotografía resulte especialmente hermosa. Seguimos descendiendo por el camino que la escoria fue dejando y la rueda se va  enterrando a veces, la nube del alisio nos visita y ahora sí, el recorrido se hace increíble.
Envuelto por el mar de nubes, vamos dejando atrás paisajes de ensueño siempre con el padre Teide a nuestras espaldas. La siguiente verja nos anuncia el fin del parque natural y la entrada en el área recreativa. Hace unos meses, en este mismo lugar, pude charlar con uno de los escasos pinocheros que quedan activos. Con su vieja mula recogía las hojas de los pinos del parque en una tarea durísima que ya nadie quiere llevar a cabo.


El bosque que rodea el área recreativa, cuando la bruma lo envuelve, se torna llorón y resbaladizo. La bajada hace que tengamos lo sentidos alerta..., pero merece la pena. En cualquier curva podemos detener la bici para recrearnos en esta maravilla de primavera florecida. Las hadas, los gnomos y los seres del bosque, plantaron aquí sus jardines de descanso y el sotobosque de retamas, escobones y taginastes, alcanzan  un estadio singular, convirtiendo lo que hasta ahora solo fue negrura y destrucción, en un lugar del país de las maravíllas.

Finalizamos el recorrido de nuevo en la carretera, esta vez la TF366,  cansados tras dos horas de bajadas por caminos duros, pero contentos del regalo que hoy nos hizo Turismo de Tenerife y MTB-ACTIVE, por cierto de lo mejor en bicis que nunca he alquilado, auténticos profesionales y eso es de agradecer en estos caminos canarios.

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