SALÍ A TOMAR UNA CAÑA Y ME LIE: LLEGO LA PRIMAVERA A SEVILLA

Y no podía ser menos, donde si no puede uno estar cuando llega la primavera, el único lugar del  mundo que huele a azahar en primavera, donde luce el sol con avaricia y donde cuando le dices a una chica guapa al cruzar la calles te contesta con un sonoro ¡¡¡¡ olé !!!!. Y ese lugar es Sevilla. Y hoy he salido a tomar una caña y me he liado de nuevo en Sevilla

Y apoyado en una mesa alta en la Plaza del Salvador, delante mismo de la hermosa iglesia, filosofando con la estatua del insigne imaginero  Martinez Montañez y con una caña de cerveza fría en la mano ( no hay lugar donde las sirvan mas fresquita que en la Antigua Bodeguita), el turista le dice al maestro:

- y porque le dijo dijo guapa la niña es que le gusto a usted?
si mi arma, pero lo que a mi me gusta es ver la belleza de las calles de Sevilla
- eso digo la niña, insiste el turista,
no te enteras colorado, le suelta el maestro
me gustan los ojos verdes de esa niña que pasean por Sevilla
me gustan los volantes de su vestido de flores como se cimbrean
me gusta el caminar que suena en el empedrado seco de la plaza
me gusta su nariz que aspira el jazmín de los naranjos,
me gustan sus orejas que como las mías escuchan las campañas de la iglesia del Salvador
mi arma no te enteras que lo que mi me gusta
es la primavera de Sevilla?
y el turista guiña el ojo y le dice al maestro
que arte maestro
la prosa? pregunta el maestro
no la primavera de Sevilla  le suelta el turista

e inventándome este cuento me voy caminando por Entrecanales hasta que un olor a guiso de carne me detiene en la Bodega de Entre Canales y con una caña en el mostrador y una tapa de rabo de toro guisado en la boca, veo cruzar de nuevo la primavera por la calle con su falda de flores y sus ojos verdes y el turista que desde la esquina me saluda con la mano y me dice:

- esto no ha hecho más que empezar maestro y todavía nos quedan tres meses de esta hermosa primavera

y se aleja caminando  hacia la calle Sierpes saludando a todos los que se cruzan en su camino.