RUTA DEL MODERNISME(I). EL GARRAF.BARCELONA


A finales del Siglo XIX la economía florece en Cataluña gracias a la industria del textil y con ella la burguesía catalana se enriquece y comienza una febril actividad de construcción de residencias de verano en las cercanías de la Ciudad Condal. Es el momento más álgido del modernismo y arquitectos como Antonio Gaudí, Jujol, Puig y Cadalfach o Doménech i Montaner edifican alguno de los palacios, casas y jardines que sustentan el movimiento que más tarde sería conocido como Modernismo.

Empezamos esta serie de artículos sobre el Modernisme en Sitges.

Separado de la gran urbe de Barcelona por el macizo del Garraf, declarado Parque Natural y uno de los pulmones del área metropolitana, Sitges ha sido sin lugar a duda uno de los iconos del Modernismo. Hasta sus playas y recintos termales se trasladaban la sociedad cultural y artística del siglo XIX y casi sin descanso hasta nuestros días se ha convertido en uno de los paraísos balnearios del Mediterráneo.

El Cau Ferrat, en la calle Fonollar 8, fue el lugar donde Santiago Rusiñol instaló su taller y estudio y donde acudían todos los intelectuales catalanes de la época. Hoy convertida en museo, con obras del genial catalán pero también de Zuloaga, Ramón Casas, Manolo Huguet e incluso de El Greco, es el punto de partida de esta ruta modernista. Frente al museo, el Palau Maricel. Entre ambos reúnen una buena muestra de lo que fue el movimiento modernista. Las artes decorativas, la escultura, la música, la pintura o el coleccionismo se reflejan en sus múltiples obras. Las calles principales de Sitges reúnen una amplia muestra de casas levantadas en aquellos años de auge modernistas pero quizás sea la casa Bartomeu Carbonell i Musson en la Plaça de la Vila el ejemplo más atractivo de todas ellas. También es de visita obligada la fachada del Mercado en la Plaça del Ajuntament. Merece, de igual modo, hacer una visita al cementerio impresionantemente situado sobre un acantilado, para ver alguno de los panteones modernistas que allí se construyeron y las hermosas vistas de sus atardeceres con el Mediterráneo dorando sus aguas. No debemos dejar Sitges sin retroceder hasta el inicio de la carretera nacional que la une con Barcelona y hacer una parada en las antiguas bodegas Güell de Sitges (carretera Barcelona Sitges km. 24,5), construidas por el genio de Antonio Gaudi para el gran mecenas del modernismo y que han sido restauradas para su visita. Alberga un excelente restaurante y unas vistas maravillosas.

Para alojarse: Hotel Estela, el hotel del arte
Av. Port d’Aiguadolç 8
08870 Sitges
Tel. 93 811 45 45
www.hotelestela.com/
Hotel romántico situado en el puerto de Aiguadolç decorado con pinturas de diferentes artistas contemporáneos y con colecciones permanentes en sus salas. Destacan las de Lorenzo Quinn.
Precio noche 110-220 €
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