HUESCA: NAVIDAD EN LOS MALLOS DE RIGLOS

Hace unos años por esta época todo el prepirinieo amanecía nevado por Navidad, este año no, ni el prepirineo ni el pirineo y aunque ahora Rajoy quiera reconocer el cambio climático, la idiotez suya y de su primo quedo patente. Muchos vascos circulan de regreso por la carretera del largo puente con sus tablas y skies en la vaca del coche, pero esta año no, este año no han podido esquiar. Pero en fin les cuento esto porque estamos cerca de Riglos y he decidido pararme en el enorme y bello farallón aragonés.

El termino "mallo" es utilizado en Aragón y Cataluña para designar cualquier formación parecida a esta y procede del latín malleus (mazo). Geológicamente son una enorme masa de conglomerado compuesta por cantos de todos los tamaños unidos entre sí por una especie de cemento arenisco-calcáreo que le confiere los tonos rojizos característicos. Estos mallos de Riglos han sido siempre muy famosos, pero últimamente la tele los ha puesto de moda, tanto por un anuncio televisivo de coches como por la visita del ínclito Calleja y su helicóptero esta temporada. Aún así es un lugar tranquilo y único.



Desde los miradores vemos discurrir abajo el  el río Gallego, salta y rebota bravo por el valle qe él mismo formó.Este río es el responsable último de la forma actual de los mallos. La erosión de la recién nacida cordillera dio lugar a grandes conos de deyección formados por detritos rocosos de cantos rodados que alcanzaron centenares de metros de espesor.Con el tiempo se fueron rellenando de sedimentos más finos que hicieron de pegamento, posteriormente se volvieron a erosionar dando las actuales formas. Arriba en la pared centenares de buitres sobrevuelan las rocas y pegados a ellas, como diminutos botones, los escaladores, el alma de la pared. Llegan aquí desde todo el mundo buscando los roquedos y con la meta de llegar hasta lo más alto y a fé que lo consiguen. Varias vías conducen hasta la cima de esos mallos.

También podemos seguir alguno de los senderos que parten desde la plaza del pueblo,  bordeando pequeños huertos hasta llegar a la altura del cementerio local,  A partir de aquí, a nuestra izquierda, se suceden ininterrumpidamente los pequeños mallos, Chinchín, Herrera, Capaz… y al final el mallo de Aucaz, también denominado El Paredón de los Buitres, extensa pared que da cobijo a una de las más importantes colonias de Buitre leonado (Gyps fulvus) de toda la península.. Acompañando a los buitres se hallan especies rupícolas como la Chova piquirroja, Corneja, Cuervo y el pequeño Avión roquero.

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