RESERVA DE LA BIOSFERA: SENDERISMO EN EL PEDREGAL DE MOROU


Longitud: 5.500 m
Duración: 2 horas
Dificultal. Fácil, sendero circular y de 150 metros de desnivel

Tenemos la suerte de recorrer con Ecowildlife algunos de los lugares más bellos de nuestro planeta y este, sin duda es uno de ellos.

Este sendero comienza en el centro de información de Can Cassades en Santa Fé del Montseny. Si vais en fin de semana madrugar porqué  son muchos los que lo transitan.

Desde la señal de inicio en Can Casades, se toma el camino de bajada señalizado con piedras hasta que se acabe y empiezan las señales

Pasamos por  la ermita de Santa Fe, cuyo origen se remonta a 1201, anexa al hostal de Santa Fe, edificado en 1914. Poco después se cruza el torrente de Santa Fe y se sigue por un camino amplio que pasa por delante de la Escuela de Naturaleza Can Lleonart. Justo después de pasar la casa, hay que tomar el camino que sube a la derecha, entre numerosas hayas y castaños, y que culmina en un castañar. El castañar se colorea en el otoño con una paleta impresionante.

Tras el castñar  la vegetación dominante es el hayedo, entre el que se pueden ver algunos pies de acebo (especie protegida), helechos y, cuando llega el buen tiempo, coloreadas flores de pensamientos del Montseny. Las fotos que se capturan en este hayedo son sencillamente espectacular y al llegar al Pla de Mulladius merece sentarse debajo de las hayas y ver caer la "lluvia" de hojas sobre nuestras cabezas

El camino, con curvas, recorre las vertientes de poniente de la colina de Morou, donde se encuentra, sobre terrenos graníticos, un frondoso hayedo de aspecto similar al de los hayedos pirenaicos. Después de una llanura suave, el camino se estrecha y empieza a descender hasta el empedrado de Morou.  Un lugar maravilloso donde la piedra se enseñorea de la montaña, los ricos de Morou detrás y las escelentes vistas del valle y el Turo de l´Home y Les Agudes delante. En este lugar se puede observar las descomposición de la roca madre, el granito, hasta la formación del suelo, y los diversos estadios de vegetación (líquenes, musgos, herbazales, landas y bosque) que se suceden.

Y más abajo, el hayedo  que cambia sus colores con la temporada, en la primavera, numerosas plantas herbáceas, como la anémona de los bosques, se adueñan del suelo, en verano, el verde y la escazez de luz del bosque, en el otoño la paleta de ocres de la caida y con el viento se forman alfombras parda en el suelo esperando que las nieves del invierno las cubran.  Seguimos el camino hasta el embalse de Santa Fe abundan los fresnos de hoja ancha. La pared del pantano se construyó entre 1920 y 1935, con una altura de 19 m y una base de 14 m, para contener 899.000 m3 de agua. Por último antes de regresar a la ermita, subimos por el torrente, salpicado de saltos de agua hasta llegar a la Escuela de Naturaleza Can Lleonart. El itinerario finaliza retornando a Can Casades por el mismo camino del inicio.

Para este otoño  tenemos previsto varias salidas para disfrutar de los bosques y parajes naturales de nuestro planeta. Podéos descargaros la información desde este enlace.

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