MYANMAR(I): MILITARES, MONJES, LA SEÑORA Y LA VIDA DE LOS PERROS

Comenzamos con este post una serie dedicada a nuestros viajes a Burma/Birmania la que fué capital de la colonia inglesa en esta zona de Indochina, hoy abierta al turismo, hoy rebautizada con su antiguo nombre Myanmar. Un país que quiere ir entrando poco a poco en el siglo XXI, pero al que todavía se le escapan muchos rellenos por los jirones del antiguo gobierno dictatorial que tan solo (parece ser) que dejo el poder hace dos años, también de la presencia casi hasta en la sopa de los budistas ( más de 600.000 monjes y monjas en el país),  y que tienen un peso importante en la vida de todos y cada uno de lo birmanos y no solo por su fé religiosa budista, sino por su sumisión casí total a esa fé y esas creencias.

Después de dos semanas en el país, no sabemos nada de La Dama, la Señora, Aun San Suu Kyi, que llegó para salvar al país de los militares y que,  tras más de 15 años en arresto, sinceramente no sorprende, que apenas tiene presencia en la vida cotidiana, casi nadie habla..., ni la televisión. Fuera ahora la criticamos por sus silencios, hasta piden que se le quite el nobel de la paz que con tanto pompa los occidentales le dimos, dentro la gente ni siquiera opina.

Al poner la televisión  vemos un pleno del congreso de los diputados donde se observan más de la mitad de los parlamentarios vestidos de militares, el resto con un traje local. El comentarista es un monje adulto, con cara de pocos amigos y con tono de voz implacable que va sentenciando sobre lo que pasa en el emiciclo. Al acabar todos se ponen de pie, los militares con taconazo incluido, suene el himno y se acaba todo. Solo falta que el color sea blanco y negro..   

Tras unas elecciones libres ganadas por La Dama y canceladas por los militares, se volvieron a celebrar otras en marzo de 2015 que volvió a ganar Aun San, esta vez la  junta militar aceptó los resultados pero con limitaciones. En una treta para mantenerla alejada del poder, los militares incluyeron una cláusula en la Constitución que estipula que el jefe de Estado no puede tener ningún familiar extranjero ( ella estudio en Oxford y se caso con un inglés), lo que deja a Suu Kyi fuera de la presidencia. Además, siguen manteniendo el control de los ministerios del Interior, Defensa y el dominio sobre las fronteras. No obstante, y aunque es solo ministra de Exteriores, está considerada la verdadera dirigente del país. El presidente, Htin Kyaw, y ella son muy cercanos. La constitución del nuevo Gobierno, el primero democrático, el 30 de marzo de 2015, se vio como un ejemplo extraordinario de transición pacífica a la democracia.Y esa es la metáfora del país. Todo parece real, con la única salvedad que solo los perros siguen viviendo bien.

Los perros que dormitan a la entrada de los cuarteles y que se levantan para ladrar cada vez que pasa un transeúnte o un coche, los perros que dormitan a la puerta de los monasterios cebados por la comida que los monjes reciben de forma gratuita cada día como un tributo obligatorio por parte de todos lo vecinos de los monasterios, los perros que vigilan en las estupas las cajas de billetes que, como ofrendas, depositan los birmanos cada día a la hora de la oración y que cuentan sus amos de forma publica sin ningún pudor. Hay otros perros, pocos, que no viven también, perros mutilados o comidos por la sarna que malviven en la entrada de los poblados de roginyas o cualquiera de las otras 135 etnias del país.

Aún así es este el único post que escribiré de militares, monjes y perros y de La Dama, ya que el país, del que dice el Banco Mundial que tiene el crecimiento más alto de Asia desde hace dos años y que superará este año, ( que sabrán ellos los que es crecer en alegría y libertad), es un país enorme, lleno de bellezas y cosas que explicar y que intentaré trasmitiros.

Os he dejado decenas de fotografías en este enlace y si queréis acompañarnos en nuestra próxima escapada a Myanmar, tenéis toda la información en este enlace.

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