PERU: LOS UROS, SUS ISLAS FLOTANTES Y LA ESCUELA DE BIBIANA

Bibiana es maestra, creo que es la única persona de Etnia Uro que ha estudiado una carrera. Cuando acabo la carrera, junto con su familia construyo una isla flotante-escuela y comenzó a dar clases a sus hermanos pequeños y a otros pequeños de las islas flotantes vecinas. Comenzaron a   llegar niños de todas las islas y pidió una ayuda al gobierno para hacer más grande la isla. Como no, el gobierno se la negó. Su marido es artesano u comenzó a  fabricar souvenir de totora y con lo que ganaba fueron ampliando la escuela, luego llego un periodista americano y escribió de Bibiana y su escuela casi imposible a 4.000 metros de altura en medio del lago Titikaka. Luego llegaron otro y otros y también escribieron de este milagro educativo en uno de los lugares más difíciles del mundo, donde los niños llevan quemada la cada del frio y la irradiación solar, donde sus padres cada mañana recorren varias millas náuticas en lancha de totora, ahora afortunadamente algunas con motor, para llevar a esos niños a la escuela. Y entonces,  el gobierno, solo entonces reacciono y le concedió la ayuda. Jimena su hermana pequeña, cada día atraviesa el lago para ir a la universidad de Puno y sacarse el título de profesora y poder ayudarla. Ya tiene muchos niños. Para vivir siguen fabricando souvenirs que venden a las turistas. 

Bibiana está embarazada y me pidió que fuera el padrino de su niño. En verano acudiré al Perú, al lago Titikaka y le cortaré el pelo al pequeño, me guardare un mechón ya que será mi ahijado y de regalo le llevaré lo que me pidió su madre: libretas y bolígrafos para que pueda ir cada día a la escuela.

En el lago Titikaka se dan temperaturas extremas y los uros las soportan desde que hace siglos se instalaron en mitad del lago. Sus casas de totora están construidas sobre islas artificiales de totora que ellos mismos se fabrican. Muchos de ellos viven del turismo. No son más de 6.000 y la mayoría aún son pescadores y recolectores de huevos de anátidas. Cada día recogen totora para sus islas, sus barcos, sus casas. La totora es parte de su cultura por  varios siglos. Hoy tienes barcas a motor, hoy los niños van a la escuela y los hombres se escapan al mercado de Puno. Hoy han avanzado mucho.

El clima machaca la piel de los niños, el frio y sobre todo el sol casi sin filtro a estas alturas, les tiene quemaditas las manos y la cara. Deben ir siempre cubiertos para no sufrir más quemaduras. Enrique es simpático y dicharachero, de seguida se pone a cantar. No le importa tener la carita quemada, no tiene más de 8 años. Como el niño de Bibiana o cualquiera de sus amiguitos de la isla escuela solo necesita una cosa para ser feliz. Poder ir cada día a la escuela y poder aprender para llegar a mayor y tener oportunidades. Solo necesita libros y libretas y si se puede ropita de manga larga y un anorak para que el sol no les queme la piel. Este verano salimos a visitarlos con un grupo de viajeros y les llevaremos algunas de esas cosas. Teneís toda la información en este enlace. 

Muchas gracias y espero tu mensaje. Os he dejado más fotografías en este enlace. 

Comentarios

  1. Hola,

    me interesa mucho esta historia y me gustaría hacer algo para Bibiana;
    me puedes contactar en albertochelleri@gmail.com para hablarlo ?

    Muchas gracias,

    Alberto.

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